En declaraciones al diario británico Daily Mail, Jemma dijo que se sentía»maravillosa» con su físico y que incluso había conocido a un nuevo novio. Pero su mundo y una seguridad que jamás había sentido, se le vinieron abajo cuando descubrió que era víctima de un cáncer mortal.
Hasta ahora los médicos precisaron que su condición es incurable y su expectativa de vida de un año, ya que el cáncer de amígdalas se extendió al pulmón. Doran está convencida de que si no hubiera estado a dieta habría podido advertir antes los síntomas, y por eso dice que quiere prevenir a otras personas de que tengan cuidado con lo que desean.
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«Me dijeron que ya no pueden hacer nada por mí y que no podré estar aquí el año que viene», dijo la mujer en declaraciones al medio inglés y agregó: «Es aterrador, no puedo dejar de preguntarme si mi cáncer se hubiera detectado antes de no haber estado en la dieta».
En la entrevista además describió cómo fueron sus últimos meses disfrutando por primera vez en su vida de por ejemplo ir de compras y la satisfacción de estar conforme con la imagen que le devolvía el espejo.
Según su testimonio al principio el dolor de amígdalas se lo adjudicó a una infección pasajera y no le dio mayor importancia, descontando que su abrupta pérdida de peso tenía que ver con su constancia en el régimen, la actividad física y no con la grave enfermedad que en realidad padecía.
«No estoy diciendo que cualquier persona que comienza una dieta va enfermar y morir, pero creo que en mi caso si hubiera sido diagnosticada antes,. porque me habría llamado la atención la pérdida de peso», indicó Jemma, lamentando haber hecho la dieta.
«Daría cualquier cosa por volver atrás el reloj. Podría haber salvado mi vida de haber sido diagnosticada antes», reiteró, antes de mencionar la «ironía»de ahora tener que comer grasas para no seguir perdiendo peso y empeorando su salud.
DesdeLaPlaza.com/Daily Mail/AMH