Cataluña se ha unido a la ola independentista, por lo que su gobierno convocó el pasado sábado un referéndum consultivo, a realizarse en noviembre, para decidir si deben continuar bajo el dominio español.
Como era de esperarse, España se opuso inmediatamente a la idea al considerarla “inconstitucional” y alegar que “atenta contra los derechos de los españoles”, por lo que apeló la convocatoria ante el Tribunal Constitucional, el cual suspendió la consulta de modo cautelar hasta que se dicte una sentencia en un período de cinco meses, es decir: febrero de 2015.
De haberse ejecutado el proceso, sería el tercer movimiento separatista realizado en el mundo durante este año, luego que la península de Crimea se desvinculara de Ucrania mediante una contienda en marzo, en el que 97% de los votates avaló la idea. Escocia hizo lo propio para emanciparse del Reino Unido el pasado septiembre, pero sin lograr su cometido al obtener un 55% en contra de la separación.
Cataluña contra España
¿Por qué Cataluña quiere ser independiente de España? La idea no es algo nuevo, de hecho, ha tardado muchos años en concretarse. Cataluña es considerada una de las regiones más ricas de toda Europa, la cual posee marcadas diferencias culturales e ideológicas con España -reflejadas principalmente en el idioma- por lo que, al considerar su poder de autosustentabilidad y sentimiento regionalista, no ven la necesidad de seguir bajo la batuta de la monarquía, aunque esto pudiese desencadenar desfavorables cambios económicos para ambas regiones.
Dinero: el meollo del asunto
Con 7,5 millones de habitantes, Cataluña representa el 20% de la economía del Estado y Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es más alto que el resto de España. Al reinado no le conviene la ruptura, pues sin los ingresos catalanes España pasaría a ser uno de los países más pobres de la Unión Europea (UE) junto con Grecia y Portugal.
Pero, no todo es color de rosa para los catalanes: de desvincularse la región quedaría fuera de la EU y adquiriría una deuda interna con una alta carga financiera, que representa el 78% de su PIB, lo que declinaría su riqueza en un soplido.
Esto sin considerar que España representa hasta el 80% de su mercado actual y es muy posible que se niegue a seguir colaborando con su economía. Además, si intentase ingresar como nuevo miembro de la EU y gozar de sus beneficios, requería el voto unánime de los 28 participantes, entre ellos: España.
Es por eso que especialistas no han temido en declarar que los llamamientos de independencia no son más que una táctica de negociación por parte del Gobierno de Cataluña que una posibilidad seria. Esto no solo requeriría un cambio en la Constitución de España, sino que también podría causar un caos económico.
Euro como moneda oficial
Al menos la moneda no es un problema que afectaría a una Cataluña soberana, o así lo dio a entender el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Simon O’Connor, al detallar que podría seguir usando el Euro como moneda oficial, pero no tendría ningún poder de decisión en las negociaciones de Eurogrupo, el Banco Central Europeo (BCE) o el fondo de rescate (MEDE).
Actualmente, existen regiones que usan el euro bajo estas condiciones, como lo son: Mónaco, Vaticano, San Marino, Andorra, Kosovo y Montenegro.
Nuevo ejército ¿sostenible?
El pasado mes de julio, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) –máxima promotora de la independencia- hizo público a través de su portal web unos documentos en los que se dictaban una serie de medidas cuyo objetivo era crear estructuras militares a miras de una futura Cataluña independiente.
La minuta, titulada Doctrina militar; desarrollo de un modelo propio, destaca que “la capacidad de un Estado de mantener el control sobre sus aguas territoriales y su espacio aéreo es una de las características que define un Estado como soberano”. Considerando, además, que con un ejército “la comunidad internacional nos tenga en consideración y nos traten como iguales”.
No obstante, después de la publicación, varios expertos consideraron que un ejército creado desde cero, representaría un gasto incosteable e insostenible para la nación neonata, sin contar su tamaño poco significativo, pues las Fuerzas Armadas Europeas se basan en conseguir alianzas, pero el informe no menciona aliados estratégicos.
Manifestaciones y el FC Barcelona
A pesar de las posibles consecuencias, los catalanes desean un cambio y lo demuestran en las multitudinarias manifestaciones realizadas durante varios años. Cada 11 de septiembre, Día Nacional de Cataluña, sus habitantes se lanzan a las calles a exigir la separación de España, por lo que este año realizaron una inmensa «V» humana que representaba la volunta del pueblo de votar en un referendum independentistas.
Mientras tanto, en los partidos del FC Barcelona, embajador del fútbol catalán, durante el minuto 17:14 –que representa el año 1714 cuando Cataluña dejó ser unEstado- los fanáticos siguen poniéndose de pie y gritando consignas por una región independiente.
Desde La Plaza /ABD