La pequeña ciudad de Tröglitz va encaminada a erigirse como símbolo del intenso conflicto que rodea la llegada de refugiados a Alemania. La tensión que se vive en esta localidad de 2.800 habitantes del estado de Sajonia-Anhalt, cercana a Lepizig, no ha dejado de aumentar en los últimos días.
Götz Ulrich, concejal de Tröglitz que defiende la acogida de refugiados en la ciudad, ha llegado a ser amenazado «de guillotina» por los neonazis si persiste en su cruzada. Ulrich, coordinador de los centros de acogida del estado de Sajonia-Anhalt, está en el punto de mira de los radicales del partido neonazi NPD tras su decisión de acoger a 40 solicitantes de asilo en la ciudad.
Todo comenzó con la dimisión hace un mes del alcalde de Tröglitz, Markus Nierth, quien temía por la integridad de su familia después de que varios neonazis se concentraran ante su domicilio para protestar contra la construcción de un centro para refugiados que él mismo aprobó. La marcha no fue ilegalizada y la policía se limitó a proteger su casa.
El pasado sábado, el albergue, a punto de ser inaugurado, sufrió un incendio que lo dejó inhabilitado. Aunque no están esclarecidas las causas, todo indica a que el fuego fue provocado, presuntamente para impedir la acogida del grupo de refugiados que iba a llegar en mayo. El fuego no provocó víctimas, pero sí dejó completamente destrozado el techo del albergue. La llegada de 40 solicitantes de asilo deberá aplazarse, según han informado este martes autoridades del estado alemán de Sajonia-Anhalt. Un portavoz del Ministerio de Interior del estado federado comunicó que la ciudad solo podrá recibir a unos diez refugiados, que serán acogidos en viviendas particulares, mientras que el resto llegará más adelante, sin precisar cuándo.
El primer ministro de Sajonia Anhalt, Reiner Haseloff, ha declarado este martes que «Tröglitz está en todas partes», en alusión a ese claro ascenso de los ataques en el país. «Estamos hablando de un problema que abarca a toda la nación», ha expresado Haseloff. Según datos policiales, en 2014 se registraron 162 ataques de la ultraderecha contra centros de asilo, muy lejos de los 24 que se produjeron en 2012.
Alemania recibió en 2014 una cifra récord de refugiados, con más de 200.000 solicitudes de asilo, y se espera que este año se superen las 250.000. La situación actual recuerda a la de principios de los años noventa, cuando Alemania acogió a decenas de miles de refugiados huidos del conflicto de los Balcanes, lo que desató la ola de atentados xenófobos más grave de la historia reciente del país.
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