Una de las primeras cosas que observamos cuando vemos sonreír a una persona son sus dientes. Una mala dentadura no sólo puede ser un problema estético, sino que también afecta la autoestima.
Es por esto que debemos cuidarlos y podemos empezar a hacerlo evitando algunos alimentos que hacen que el esmalte dental se gaste y los dientes se pongan amarillos.
Los peores enemigos que podemos tener si queremos tener dientes blancos son la cafeína y el cigarrillo. El café, por su parte, hace que se dañe el esmalte y el cigarrillo llena de toxinas toda nuestra boca.
Pero eso no es todo, para tener una sonrisa blanca y brillante, debemos poner atención a lo que comemos.
Salsa de tomate
Según Byrdie.com, la salsa de tomate no te ayudará en nada si tu objetivo es tener dientes más blancos. Los colorantes presentes en las salsas que venden en el mercado, pueden provocar que el color natural de los dientes se altere y se pongan amarillos.
Bebidas deportivas
Las bebidas que usamos para recuperarnos después de una sesión dura de ejercicio pueden ser buenas para hidratarnos, pero no para blanquear la dentadura. Los químicos añadidos a estas preparaciones están diseñadas para preservar los colores y sabores, pero también dañan el esmalte de los dientes si se consumen regularmente.
Arándanos
Son muy ricos y sabrosos, pero también especialistas en teñir. Los arándanos contienen unas sustancias llamadas cromógenos, las que ayudan a pigmentar la fruta. Al comerlas muy seguido, haremos que el esmalte de los dientes se debilite debido a la acción de estas sustancias.
Limonada
Los ácidos presentes en el limón hacen estragos en los dientes. Dañan la primera capa del esmalte, y por ende, los hacen más amarillos y opacos.
Refrescos
Las colas negras tienen mucha cafeína, componente que afecta de gran manera en el color de la dentadura. Si no puedes dejar la gaseosa, prefiere alguna de un color más claro.
DesdeLaPlaza.com/ÚN/MD