La muerte de Valentina Maureira, una joven chilena que le solicitó una autorización a la presidente Michelle Bachelet para finalizar su vida con asistencia médica, ha dado vuelta al mundo y ha puesto nuevamente en la opinión pública el tema de la eutanasia, es decir, morir voluntariamente y sin sufrimiento.
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El “suicidio asistido” -como también es conocido- no es algo nuevo y ha sido ejercido durante toda la historia de la humanidad. Se cree que en la antigua Grecia “morir dignamente” era preferible a tener una vida padecimiento y mala salud. No fue sino hasta la imposición del catolicismo alrededor de la Edad Media, cuando se empieza a considerar como inmoral y que sólo la Dios tiene derecho a decidir la continuidad de la vida sobre cada individuo.
Actualmente, en sólo cinco países en todo el globo es legal esta práctica: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza y en algunas zonas de Estados Unidos, los cuales han sido ejes de diversas polémicas, en lo que se ha mencionado abuso y la omisión de la voluntad del paciente de acabar con su vida.
En Venezuela
En Venezuela se han hecho diversos intentos de legalizar la eutanasia. La última vez que se propuso fue en el 2010, cuando se planteó el proyecto del Código Orgánico Penal en la Asamblea Nacional (AN) por parte de comisión de Política Interior, que planteaba en su artículo 163 despenalizar a la parte médica que asistiera la voluntad de morir de un paciente, una vez se confirmara ciertos parámetros, como la imposibilidad de mejorar su salud.
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Sin embargo, en aquel entonces no se llegó a un consenso y los puestos de la AN fueron ocupados por nuevos legisladores tras las elecciones de parlamentarías del 2010, por lo que el tema no se trató nuevamente. Cuando menos, así lo aseguró para Desde La Plaza el diputado Elvis Amoroso, actual presidente de la comisión que manejó la propuesta.
Por su parte, la también diputada Dinorah Figuera, recordó que en las reformas y proyectos de ley, la participación y consulta popular es indispensable, pero hasta el momento la sociedad civil no ha hecho ningún planteamiento ni solicitud al respecto.
“Por los modelos de fe y creencias venezolanas, la eutanasia no es un método que cause demasiado interés en la cultura criolla (…) nuestra sociedad no está preparada para asimilar este tipo de decisiones”, dijo la parlamentaria.
El principio de salvar vidas
La práctica de la eutanasia es particularmente delicada para los médicos que la asisten, pues pueden ser acusados de homicidas de existir un bache legal en su aplicación. Pero sobre todo están los argumentos éticos, pues el principio fundamental de la medicina es, precisamente, salvar vidas.
El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas Natera, dijo en una entrevista que el vocablo “eutanasia” no existe en ningún código que rija la profesión de la salud en el país. Asimismo, aclaró que lo más cercano a la muerte asistida que se practica en el país, es cuando un paciente con muerte cerebral es desconectado con previa autorización de sus parientes más allegados.
DesdeLaPlaza.com /Anabel Barrios Díaz