Muchas personas tardan años anotados en las listas de espera para recibir la donación de órganos, esto se debe en su mayoría a que el donante ideal debe ser un individuo sano que muere en un accidente, pero esto no es suficiente para satisfacer la demanda mundial de órganos.
Ante la escasez, los médicos están buscando otras alternativas para aumentar el número de personas que pueden donar.
Por lo general, aquellas que mueren por causa de enfermedades como el cáncer son consideradas de alto riesgo y -por lo tanto- se descartan. También hay una tendencia a evitar los órganos de alguien que tenga más de 50 o 60 años.
Sin embargo, investigaciones recientes determinaron la viabilidad de que un paciente con cáncer se convierta en donante.
«Muchas de las directrices internacionales (sobre donación) consideran como inaceptables algunas donaciones de personas con cáncer«, le dice al programa Health Check de la BBC James Neuberger, profesor de medicina de la Universidad de Birmingham y autor principal del estudio.
«Nosotros descubrimos que en el Reino Unido un número considerable de personas que serían etiquetadas como ‘riesgo de cáncer inaceptable’ fueron donantes y los pacientes receptores estuvieron bien«, agrega.
El experto aclara que, si bien se debe redefinir lo que se considera como donante de alto riesgo, «claramente se necesita hacer una evaluación (antes de utilizarlos como donantes) y -por supuesto- los receptores deben estar completamente informados y al tanto de los riesgos«.
En los casos de donaciones hechas en Reino Unido por parte de personas enfermas, los cirujanos evaluaron la necesidad del paciente y la disponibilidad de órganos para tomar una decisión.
«Pero debo aclarar que el trasplante de un órgano de alguien que haya tenido cáncer no está libre de riesgos. La cuestión está en sopesarlos», dice Neuberger.
Los dos tipos
Todo depende del cáncer que haya tenido y de las necesidades del receptor. Si el donante tuvo cáncer de pulmón, no se trasplanta ese pulmón. Pero si el posible donante es alguien con leucemia, pues se descarta completamente.
El especialista explica que hay dos tipos de donantes con cáncer: los que en el pasado tuvieron la enfermedad y ya están curados, y los que siguieron con un cáncer que se mantuvo controlado.
«En este último caso no quieres usar sus órganos porque cuando realizas el trasplante, le tienes que dar inmunosupresores al paciente receptor del órgano, y esto reduce las defensas del cuerpo, no sólo para resistir el nuevo órgano, sino también el cáncer«, aclara.
Trasplante de órgano
Los cirujanos deben evaluar los riesgos antes de tomar el órgano de un donante con cáncer.
Esto quiere decir que algunos tipos de cáncer que fueron controlados en el donante pueden volver a crecer y propagarse con rapidez en un receptor que ha tomado inmunosupresores.
«Por ejemplo, algunos tumores del cerebro pueden causar la muerte del paciente», señala Neuberger. «Sabemos que algunos cánceres en esta zona harían que el trasplante no sea seguro, mientras que otros sí lo son, y mucho».
Para evitar que un trasplante termine causando más problemas que beneficios al paciente que recibe el órgano, los expertos recomiendan hacer una investigación detallada de la enfermedad que tuvo el donante.
«Es necesario saber el tipo de cáncer, cómo fue tratado y su extensión«, precisa Neuberger. «Quieres toda la información que puedas tener para hacer una evaluación del donante, y después te fijas en el receptor. Si por ejemplo si se trata de alguien que espera un trasplante de riñón, que acaba de empezar la diálisis y es joven, entonces puede que esté en capacidad de esperar por un donante ideal».
Pero si hay otro paciente en una condición más crítica, que no se puede seguir dializando de una forma segura porque se han agotado los accesos vasculares -las vías por donde entran y sale la sangre-, entonces los cirujanos asumen más riesgos.
«Tienes que hacer un balance entre el donante y el receptor para tomar esa difícil decisión«, comenta Neuberger, quien también es médico asociado del departamento de Sangre y Trasplante del sistema sanitario británico NHS.
Personas mayores
Otra opción es considerar a las personas mayores como donantes.
Recientemente un grupo de investigadores en Bélgica evaluó los trasplantes de hígado de donantes de edad avanzada y determinó que es seguro trasplantar un órgano de alguien de más de 70 años.
«En Reino Unido, el récord es un donante de 84 años y al receptor le fue muy bien», comenta Neuberger. «Así que nunca se es demasiado mayor para donar».
El especialista agrega que ahora hay una tendencia global de ampliar la edad en que se puede donar.
Tal y como agrega Ann Robinson, médica de familia de Reino Unido, no importa el sistema de donación que tenga el país, la demanda por órganos es mayor que la oferta.
«Hay muchos métodos para atraer donantes, todo depende de las sensibilidades culturales de cada región», completa.
Desde La Plaza/BBC Mundo/COM