El make up tiene efectos mágicos. Y si no basta con ver la diferencia entre un rostro “tuneado» a pura intuición con una pasada de base y rubor en las mejillas y la transformación lograda por las maquilladoras expertas (hasta en las menos favorecidas por la naturaleza).
¿Cuál es el secreto? La cantidad de productos que guardan las profesionales en su maletín y que despliegan antes de poner manos a la obra es parte de la respuesta. Pero conocer técnicas y trucos que ayudan a armonizar las facciones, corregir las proporciones, remarcar los puntos fuertes y disimular aquellos menos beneficiosos; son otros de los secretos y que pueden ser puestos en práctica fácilmente.
Leer también: Lo último en maquillaje: después del ‘contouring’ llega el ‘strobing’
Los puntos de partida: colocar sobre la piel humectada con una loción o crema adecuada para cada tipo de cutis una pre base o primer. La función de este producto es lograr un tono parejo y una textura sedosa.
Luego,aplicar un corrector de ojeras y una base de textura liviana y que sea del tono más parecido posible a la piel. El objetivo es que la piel luzca traslúcida y joven.
Los siguientes pasos serán determinar la forma del rostro y buscar destacar lo mejor de cada una en un maquillaje veraniego, natural y fresco.
* Si el rostro es redondo, es importante utilizar un polvo bronce y aplicarlo en los laterales del rostro debajo de los pómulos en lineas diagonales y subiendo a la vez por la sien. Esto permitirá generar un efecto óptico y dar la sensación de alargamiento. Más recomendaciones: iluminar con un producto específico la zona T (conformada por la frente, la nariz y el mentón) y la parte superior de los pómulos.
* En el caso de un rostro cuadrado, lo más adecuado es aplicar aplicar polvo bronceador en los costados de la sien hacia la frente y en los costados de la mandíbula de forma diagonal para suavizar los rasgos duros y bien marcados característicos de este tipo de cara y darle un look más fresco y joven. La terminación ideal se logrará iluminando los pómulos y remarcando el protagonismo de las pestañas con una máscara de efecto extra volumen.
* Para un rostro con forma de corazón, la sugerencia es enfocarse, sobre todo, en tonalizar la zona de la frente y sus laterales. Con esta técnica, evitarás oscurecer la mandíbula, lo que más perjudica a este tipo de rostros. Además, hacer especial foco en la boca, con un buen labial de un color fuerte, permitirá equilibrar las facciones.
* Cuando el rostro ovalado la técnica resulta mucho más sencilla. Se puede colocar el polvo bronce de forma natural, es decir, debajo del pómulo con movimientos circulares y subiendo con la misma brocha hasta la sien. También se puede hacer el foco tanto en los ojos como en la boca, ya que esta elección no va influir en el aspecto del rostro.
Ahora, brocha (y no de pintor) en mano, solo se trata de practicar hasta lograr el efecto ideal.
DesdeLaPlaza.com/ entremujeres/MB