Anualmente más de tres millones de personas visitan Bali, Indonesia, pero nadie es capaz de acercarse a revisar el lado oscuro de esta maravillosa isla: los humanos encadenados por sufrir de enfermedades mentales.
Por este motivo desde hace unos cinco años, la psiquiatra Luh Suryani, ha decidido auxiliar a una mayor cantidad de personas que padecen enfermedades mentales en la selva de Balí, mediante la instalación de una clínica móvil.
Casi la mitad de las personas recluidas en sanatorios se encuentran encadenados en espacios cercados, método denominado «pasung» en indonesio. Los afectados duermen, comen y evacuan en el mismo lugar, que mide un metro cuadrado.
Desde La Plaza/ Noticias 24/ KH