Un 23 de enero de 1958 fue derrocada, por un movimiento cívico-militar, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó a Venezuela entre 1952 y 1958.
Pérez Jiménez triunfó en las elecciones de diciembre de 1957, sin embargo, el primero de enero del siguiente año hubo un levantamiento popular originando una crisis de liderazgo militar y social que puso en juego el poder del primer mandatario.
El movimiento revolucionado estaba conformado por una Junta Patriótica que agrupaba los sectores de las Fuerzas Armadas, estudiantes, intelectuales y la clase obrera del país, cuyo ejemplo de valentía resistencia y dignidad impulsaron la lucha por la libertad.
Posteriormente se conformó una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado: el contralmirante Wolfgang Larrazábal fue nombrado presidente, quien estuvo acompañado por los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate.
Marcos Pérez Jiménez huyó la madrugada del 23 de enero en la “Vaca Sagrada”, el avión presidencial, rumbo a Santo Domingo, República Dominicana; luego se fue a Estados Unidos y posteriormente a España, donde falleció el 20 de septiembre de 2001.
Principales causas
Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída de Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente 2 aspectos:
En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. El alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense.
En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó 2 cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente, y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Marcos Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas, Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen, la Seguridad Nacional.
A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen perejimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/LDJ