Durante los últimos seis años, cada temporada de Juego de Tronos se estrenaba en primavera, entre el 31 de marzo y el 24 de abril, sin embargo la séptima temporada va a retrasar su estreno y todo será debido a el invierno.
Desde el primer episodio de esta serie, una de las más vista de los últimos años, una frase ha sido recurrente «se acerca el invierno», la misma era repetida por la familia Stark y el personaje de Sean Bean siempre no los advirtió.
Los creadores de la serie, David Benioff y D.B. Weiss explicaron que la producción se retrasaría porque necesitan que en los Siete Reinos haga mal tiempo y, por lo tanto, prefieren rodar en invierno.
“La próxima temporada de Game of Thrones ha sido retrasada para encontrarnos tiempos más grises incluso en los sitios más soleados donde rodamos”, para transmitir la idea que las condiciones meteorológicas han cambiado, dijeron durante la grabación del podcast UFC Unfiltered Podcast.
Ventiscas heladas y una oscuridad tenebrosa
Se supone que en Westeros el invierno es algo terrible que ocurre solo cada tantos años y trae consigo ventiscas heladas y una oscuridad tenebrosa, algo que sobre todo se siente en Winterfell, donde Jon Snow y compañía se encuentran ahora mismo y se preparan para luchar contra el ejército de Caminantes Blancos que se acerca al Muro.
Malas noticias
Para los fanáticos de la serie, esta temporada será un poco más complicada de grabar y tendrán que esperar más de lo normal, es decir, que en abril de 2017 no veremos nuevos episodios de Juego de Tronos.
Dato curioso
En la entrevista, los productores confirmaron una realidad que ya muchos sabían, y es que la séptima temporada tendrá menos episodios de lo habitual, aunque ellos prefieren no determinar un número de episodios concreto.
“Probablemente haremos siete”, dijeron y también explicaron que “cada temporada será un poquito más corta porque cada año necesitamos más y más tiempo para rodar”.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS