Más de 400 niños han muerto en Gaza durante los ataques de Israel sobre la franja, según ha denunciado la directora de UNICEF en Gaza, Pernille Ironside.
Además, Ironside ha indicado que a los que han sobrevivido les espera un futuro «extraordinariamente desalentador». «¿Cómo esperamos que los padres y tutores cuiden y críen a los niños de una forma positiva y constructiva si ellos mismos apenas funcionan como humanos? La gente ha perdido partes enteras de sus familias de golpe’, ha dicho. ‘Es una herida muy muy muy profunda«, ha añadido.
Ironside ha explicado que los niños gazacíes mayores de siete años «‘ya han vivido varias guerras«, siendo esta última peor que las de 2008 a 2012. En este último enfrentamiento y hasta el pasado lunes, el número de niños palestinos fallecidos en ataques israelíes ascendía a 408, lo que supone el 31% de los civiles muertos. De ellos, el 70% eran menores de 12 años.
Desde que Israel diera comienzo a la actual operación Margen Protector el pasado 8 de julio, el número de civiles palestinos muertos ha superado los 1.800, mientras que 64 de militares y tres civiles israelíes han muerto.
Además, aunque la escolarización de los niños se ha visto interrumpida por el actual conflicto, anteriormente ya iban a clase en centros improvisados debido a la falta de colegios y afrontaban a un mercado laboral con un desempleo juvenil del 59%.
Respecto a los conflictos vividos por estos niños, la directora de UNICEF ha dicho que es algo «extraordinario de vivir, y sobrevivir». Ha denunciado el efecto que tiene en los niños el «ser testigo del uso de armas increíblemente dañinas que pueden cortar a la gente con terribles amputaciones y mutilaciones, despedazando personas delante de los ojos de los niños y delante de sus padres, también».
La organización de la ONU estima que 373.000 niños han tenido algún tipo de experiencia traumática y requieren apoyo psico-social, lo que Ironside ha calificado como un «esfuerzo increíble y bastante abrumador» para los equipos de UNICEF que ya están en el terreno, pero con el que «por supuesto que están comprometidos’ durante ‘los meses y años que vaya a requerir».
Además, ha explicado que la situación es peor desde que Israel destruyó la central eléctrica de la Franja de Gaza, ya que dejó inutilizadas las instalaciones de bombeo de agua. «Sólo hay una cantidad limitada de agua potable, que es usada para beber, lo que significa que no hay agua insuficiente para la higiene«, ha dicho.
«Vemos a niños salir de los refugios con sarna, piojos y todo tipo de enfermedades», ha indicado y ha añadido que fuera de dichos lugares es ‘incluso peor». «Mucha gente no tiene acceso a agua durante semanas», ha explicado en referencia a que gazacíes no tengan «acceso a agua limpia que no esté contaminada por aguas residuales», lo que podría llevar a diarrea y la posterior muerte de niños, sobre todo los menores de 5 años.
Desde la Plaza/THP/AMH