El contrabando de productos se ha convertido en el negocio número uno del venezolano, quien encuentra en esta actividad una forma de «sobrevivir» a la galopante inflación que, según especialistas como Luis Vicente León (presidente de Datanálisis), sobrepasa el 120% en lo que va de año, faltando aún cinco meses para terminar el 2015.
La escasez de rubros básicos provoca largas colas en supermercados y farmacias, lo que aunado a la crisis económica, empuja a algunos a convertirse en «empleados por encargo» que compran alimentos y otros bienes para particulares, todo esto con el fin de «redondear», de alguna forma, la quincena que sostienen en sus trabajos (mayormente con salario mínimo).
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Según un estudio de la firma encuestadora, por cada 500 bolívares que invierte una persona que se «cala» las interminables colas para adquirir los artículos básicos, obtiene ganancias por el orden de 5 mil 600 bolívares, lo que equivale a una astronómica ganancia de mil 400%, esto, solo si, el individuo no visita más de un establecimiento ese día. Por este motivo, el «bachaqueo» se ha transformado en el «mejor negocio de estos tiempos, ya que lo coloca muy por delante en ingresos de cualquier trabajo común.
Con estas cifras, la persona bachaquera puede obtener en solo tres meses las ganancias equivalentes al paquete anual de un trabajador que gane salario mínimo (Bs 7.421,65).
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Fenómeno sin comparación
Y es que los dividendos que da esta actividad son muy generosos, tanto que ha producido que las personas piensen (y otras lo hacen) en dejar sus trabajos para unirse a la mafiosa profesión. Si el «trabajo» de bachaquear es fijo y el individuo tiene la disponibilidad de usar todo su día en visitar locales que vendan a precio regulado, puede llegar a tener ganancias que rondan los 60 mil bolívares, eso si, para ello debe «sembrarse» entre dos y cinco horas en, al menos, tres establecimientos comerciales con artículos regulados.
Pese a que no hay manera de equiparar monetariamente lo que puede ofrecer el bachaqueo con otro trabajo común en el país, lo cierto es que es incalculable el daño que produce su existencia en la economía nacional, que sufre a diario los golpes a cada eslafón de la cadenas tanto productivas como de comercialización. No hay que olvidar que el bachaquero es un especulador, que ha creado una sistema económica paralelo y que su accionar es un delito, sea cual sea su modalidad.
La mayoría de los ciudadanos comunes que trabajan y no tienen tiempo de hacer largas colas para adquirir algún producto de los desaparecidos, tienen que recurrir a los bachaqueros para cubrir sus necesidades básicas, lo que ha puesto a trabajar al Estado en llenar los estantes de cualquier forma para que este fenómeno llegue a su fin. No obstante,mientras la economía no mejore sera difícil no visualizar un supermercado repleto de este mercado informal.
Acá la lista sobre los precios de los productos, tanto regulados como en la calle:
DesdeLaPlaza.com/FM