Desde la madrugada de este jueves, Venezuela vive la conmoción del asesinato del dirigente de la Juventud del PSUV y Diputado de la Asamblea Nacional Robert Serra y su compañera, María Herrera.
Los detalles excesivos, aunque no oficiales de las muertes, no se han hecho esperar. Los medios responsables se han limitado a reproducir la información oficial que ha emitido el Ministerio del Interior Justicia y Paz.
Pocos hablan de María. María es la otra víctima, y María, como Robert, era una batalladora por la vida. En el perfil del Facebook de Robert no hay fotos de María, ella no fue nunca una acompañante, María fue una compañera. Las fotos de María aparecen en el perfil de «Mil veces juventud», la iniciativa donde se le media a los retos por la vida. Ahí se medía a sus compromisos .
Noticias Yahoo, citando a Reuters, habla de María como su asistente, otro medio entrecomilla el calificativo de acompañante.
María y Robert fueron amigos desde el liceo, estuvieron juntos desde entonces, luchando por un proyecto de país. Sus familiares desmintieron que ambos fueran pareja, aunque si confirmaron que trabajaban juntos. Ambos compartían el mismo ideal político.
Es que María era mujer, María era de barrio, venía de las Mayas, era licenciada en educación, María era una echada pa’ lante que nunca necesitó un puesto honorífico.
Ojalá nos quede tiempo a todos para condenar la muerte de María, y dejarla en la memoria como lo que fue, una luchadora, una mujer que nunca se puso del lado de la traición, y que fue leal -con la vida- a todo aquello en lo que creyó.
A continuación imágenes
Desde La Plaza/Facebook/AMH