El embajador iraquí ante la ONU, Mohamed Alí Alhakim, ha detallado que los milicianos se han hecho con cerca de 40 kilogramos de compuestos de uranio que había en la Universidad de Mosul.
«Los grupos terroristas se han hecho con material nuclear en varias zonas que han quedado fuera del control del estado», ha dicho, antes de alertar de que este material «podría ser utilizado para fabricar armas de destrucción masiva».
«Estos materiales nucleares, a pesar de que son de una cantidad limitada, podrían permitir a los grupos terroristas, si tienen la capacidad necesaria, usarlos por separado o en combinación con otros materiales para llevar a cabo atentados», ha agregado Alhakim.
Una fuente gubernamental estadounidense conocedora del asunto ha manifestado que, en base a las informaciones disponibles, el material no es uranio enriquecido, lo que dificultaría su uso para la fabricación de armas nucleares.
Alhakim informó de que el Gobierno iraquí había perdido el control de una antigua instalación de armas químicas frente a «grupos terroristas armados» y de que es incapaz de cumplir sus obligaciones internacionales de destruir las toxinas que se mantienen allí.
En una carta enviada al secretario general, Ban Ki Moon, el embajador iraquí manifestó que la instalación en Muthanna, al norte de Bagdad, fue tomada el 11 de junio. Según precisó, los restos del antiguo programa de armas químicas son mantenidos allí en dos búnkers.
«La gestión del proyecto detectó en la madrugada del jueves 12 de junio mediante el sistema de cámaras de vigilancia, el saqueo de parte del equipo del proyecto, antes de que los terroristas inhabilitara el sistema de vigilancia», explicó.
«El Gobierno de Irak pide a los estados miembros de Naciones Unidas que entiendan la actual incapacidad de Irak, debido al deterioro de la situación de seguridad, cumplir sus obligaciones de destruir el armamento químico«, añadió. Irak reanudará sus obligaciones cuando la situación de seguridad mejore y haya recuperado el control de la instalación, precisó Alhakim.
El Estado Islámico es una organización «yihadista» nacida en Irak y relacionada con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.
Desde la Plaza/Reuters/AMH