Hugo Chávez, el hombre que Sabaneta vio nacer, se convirtió en el líder de la Revolución Bolivariana. No fue un camino fácil. Su primer intento de lograr un cambio para el país, le costó dos años de prisión, los que le sirvieron para afianzar su pensamiento libertador e integrador. De allí, salió un líder, dispuesto a luchar con su pueblo. Ese que en un momento representó la miseria del país.
El Arañero dignificó al desdentado, al de a pie, a la madre del barrio. Su visión fue lograr la integración de Latinoamérica. Luchó fervientemente por la no injerencia de EEUU y países europeos. Los niños y niñas representaban su talón de Aquiles. Chávez fue la palabra necesaria, siempre recomendaba algún escrito. Su presencia imponente y carismática conmovía a sus admiradores y a parte de sus detractores. Sin duda, Hugo Chávez fue un político que vivió para su pueblo.
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