Acción Contra el Hambre (ACH) ha denunciado que 50.000 niños podrían morir por desnutrición en Sudán del Sur si no aumenta la acción humanitaria. Tres años después de declarar su independencia, el país está siendo asolado por la desnutrición, las enfermedades y los múltiples conflictos que enfrentan a la población. El 9 de julio de 2011 Sudán del Sur se convirtió en el país soberano más joven del mundo.
Según ACH, desde que estallara el conflicto bélico en diciembre de 2013, un millón y medio de sudaneses ha huido de sus hogares, de los que 400.000 han buscado refugio en Uganda, Etiopía y Kenia.
El país afronta «una crisis humanitaria de enormes dimensiones» por la cual más de 7 millones de personas (dos terceras partes de la población del país), se enfrentan a una situación de inseguridad alimentaria en la actualidad y, de ellos, más de 3,9 millones de personas podrían afrontar una inseguridad alimentaria severa a finales de año.
Sólo en 2013, ACH, ha proporcionado tratamiento por desnutrición aguda a 27.000 niños, pero UNICEF ha informado de que las muertes entre los menores de cinco años se han incrementado de 18 por semana a 24 la pasada semana en Bentiu, un campamento de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), cuyos servicios de salud se han visto profundamente deteriorados por la oleada continua de desplazados.
Según la organización, la ciudad de Bentiu, en el estado de Unidad, se ha convertido en blanco de matanzas étnicas específicas y se estima que 46.000 sursudaneses desplazados viven ahora en dicho campamento, una cifra que podría aumentar hasta a 60.000 en muy poco tiempo, ya que las familias recorren grandes distancias sin agua ni alimentos para llegar allí.
En Bentiu mueren cada día tres niños según UNICEF, aunque la mejora en el campo se ve representada con los últimos datos de la ONU, que indican que actualmente hay una letrina por cada 131 personas, lo que representa una mejora significativa respecto a las 241 personas de hace apenas unas semanas.
Desde la Plaza/EuropaPress/ AMH