La Fiscalía de Corea del Sur acusó este miércoles de homicidio al capitán y tres miembros de la tripulación del ferry Sewol, hundido hace casi un mes, por supuestamente no evacuar a los pasajeros y abandonar el barco dejando atrapadas a más de 300 personas.
El capitán Lee Joon-seok, de 68 años, el jefe de máquinas y dos oficiales rehusaron presuntamente a dar la orden de evacuación a los pasajeros y en su lugar les comunicaron que permanecieran en el interior de la nave mientras ellos eran rescatados, según la versión de los fiscales.
El hundimiento del ferri surcoreano el pasado 16 de abril ha dejado 304 muertos o desaparecidos, la mayoría estudiantes de 16 y 17 años.
Tanto el capitán como los tres miembros de la tripulación acusados este miércoles ya fueron arrestados días después del accidente por presuntamente abandonar el barco sin atender a la seguridad de los pasajeros.
Sin embargo, de ser condenados por homicidio, la pena de cárcel a la que se enfrentarían sería mucho mayor.
Tras su detención, el capitán justificó ante los medios su modo de proceder durante el naufragio al alegar que no evacuó a los pasajeros por miedo a que el mal tiempo los hiciera caer por la borda y ahogarse.
El comportamiento de Lee, especialmente tras publicarse fotografías y vídeos que muestran que fue uno de los primeros rescatados, ha sido muy criticado en Corea del Sur, un país conmocionado con el accidente.
Los equipos de rescate prosiguen este miércoles la búsqueda de los 23 cuerpos que se cree que quedan en el interior del Sewol, que permanece volcado y hundido en aguas al suroeste de Corea del Sur.
El accidente, una de las mayores tragedias humanas de la historia de Corea del Sur, ha dejado 304 muertos, de los que ya se han recuperado 281 cadáveres, mientras solo 172 pudieron ser rescatados el primer día
Desde la Plaza/ El Espectador/ AMH