El Sindicato Nacional de Trabajadores de la transnacional Colgate-Palmolive, denunció que existe un desabastecimiento planificado por parte de la empresa, con la intensión de atacar la gestión del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El señalamiento fue realizado por el secretario de Actas y Correspondencia del Sindicato, Carlos Rodríguez, quien junto a Félix Bello, secretario general y Ernesto Moya, secretario de disciplina, ofrecieron los detalles en entrevista otrogada al diario Últimas Noticias.
Según los representantes del sindicato, la trasnacional tomó la decisión política -hace unos dos años aproximadamente- de empacar la mayor parte de su producción en presentaciones más grandes (mayor contenido) y de esa forma disminuir la disponibilidad de empaques en mercado.
En consecuencia los usuarios tiene menos posibilidades de conseguir artículos de higiene personal y limpieza en los anaqueles, limitando las oportunidades de compra por parte de los usuarios.
Rodríguez explicó que en el caso del suavizante, anteriormente se producían 140 mil unidades de diversos tamaños y precios (con 50 toneladas de materia prima). Ahora, con la misma cantidad, sólo se empacan cinco mil unidades de las presentaciones más grandes, que son también las más costosas.
Esta disminución arropa los casos de la crema dental Colgate, el suavizante Soflán, el lavaplatos Axion y los detergentes ABC y Ajax.
Por su parte, Bello señaló que las decisiones gerenciales de esta empresa, que produce mensualmente 9.500 toneladas en productos de higiene, y ocupa el 25% del mercado nacional, no responde a razones administrativas sino a un interés político de desestabilizar la nación y crear caos, incomodidad y zozobra en la población.
“Las grandes empresas nunca han trabajado a pérdida. Las decisiones gerenciales que se han planificado y tomado no responden a razones administrativas ni por costos de producción. Hay un interés en atacar la gestión del presidente Maduro a través del desabastecimiento planificado y el malestar que eso causa en los consumidores, expresó Bello.
Este no es el primer caso de denuncia a grandes empresas por actos de sabotaje en la producción venezolana. Trabajadores de Empresas Polar, Coca–Cola, Kimberly Clark, Procter&Gamble, General Motors, han aseverado en reiteradas oportunidades que esas compañías impulsan la guerra económica en el país.
Desabastecimiento en Venezuela
La economista y profesora de la Universidad Simón Bolívar Pasqualina Curcio, en su trabajo de investigación Desabastecimiento e inflación en Venezuela, explica:
La guerra económica en Venezuela, caracterizada por el desabastecimiento y la inflación, es impulsada por intereses políticos de algunos sectores, que buscan desestabilizar la economía nacional y debilitar el modelo revolucionario instaurado en el país desde 1999.
Curcio, sostiene que en el país hay guerra económica y no crisis, como dicen sectores de la derecha, porque los productos que generan colas en los comercios son los 20 artículos de primera necesidad que consumen los venezolanos.
“Si tuviéramos crisis económica haríamos cola para casi todos los productos. No tuviésemos bienes en el mercado”, afirmó durante una entrevista televisiva.
Empresas reciben divisas
Uno de los argumentos que dicen los sectores de la derecha y empresas privadas, es que hay desabastecimiento en Venezuela porque el Gobierno Nacional no ha entregado las divisas para las importaciones, por lo tanto no se han podido traer al país los bienes finales o los insumos para producir.
Otra estrategia que usa la oposición venezolana para desestabilizar la economía del país es difundir la idea de que no hay producción nacional, sin embargo la tendencia del Producto Interno Bruto (PIB) para el período 2003-2013 es ascendente.
La tasa de desempleo desde 2003 hasta 2014 registra una tendencia decreciente a lo largo del período. Esta tasa comparada con el índice de escasez no tiene una relación lógica, pues se esperaría que altos niveles de escasez se correspondan a altos niveles de desempleo, sin embargo se evidencia lo contrario.
De esta manera podemos concluir que en Venezuela efectivamente existe una guerra económica por ciertos bloques de poder empresarial, ya que los productos esenciales que no vemos en los anaqueles, son elaborados por empresas alienadas con capital estadounidense.
La intencionalidad de estas compañías es producir molestias en la población, con el objetivo de generar un rechazo contra la gestión del gobierno nacional.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RS