Es normal que si mencionamos a Pink Floyd pensemos en Dark side of the moon, o en Wish you were here o, cómo no, en su legendario The Wall. De hecho, muchos tienen a Pink Floyd como la gran referencia del rock progresivo de los 70. Pero lo cierto es que esta banda no existiría si no fuera por el genio y locura de Syd Barret, su fundador, cerebro, motor y líder que dio forma a una de las joyas del rock psicodélico de los 60: Piper at the gates of dawn.
Cambridge fue la cuna de Roger Keith Barret, donde conoció a otros gigantes de la música: Roger Waters y David Gilmour. El primero, con quien consolidó una gran amistad y el segundo, además de gran amigo, el que le enseñó sus primeros acordes en la guitarra. Con Waters fundó la historia y la bautizó como The Pink Floyd Sound, en honor a dos músicos de blues poco célebres: Pink Anderson y Floyd Council.
Lamentablemente, solo podemos decir que la historia de Barret se resume en este primer disco, considerado por muchos como el mejor disco del rock psicodélico. Con joyas como Astronomy Domie, Lucifer Sam, Interstellar Overdrive o Bike, Barret no solo fundó el sonido de la banda, sino definió en 11 canciones el sonido que otros músicos de renombre tardaron años en alcanzar.
Sin embargo, el ascenso de Barret fue igual de grandioso que su caída. Víctima del LSD, su talento que fue impulsado por sus “viajes” se vio rápidamente opacado por una esquizofrenia voraz que se llevó su conciencia. Sus compañeros de banda relatan que se “colocaba” hasta 4 veces al día y, llegado un punto muy temprano de sus presentaciones, era normal verlo estático en medio del escenario o desafinando su guitarra y tirándola al público.
Barret no era la típica estrella de rock irreverente y prepotente. Era sencillamente una estrella que se iba apagando en sí misma y abandonando el camino que empezó a transitar con Waters, Wright y Manson. EMI, su ingeniero de sonido y sus compañeros empezaron a ver con alarma que Barret se alejaba de la cordura y empezaron a planificar una estrategia.
Aunque en un principio propusieron que Barret siguiera componiendo y acompañando a la banda, penosamente la estrategia no fue otra sino sacarlo. Y digo penosamente porque de hecho en 1972, ya completamente perdido en su locura, lo hicieron firmar un documento en el que renunciaba a todo derecho sobre Pink Floyd.
Waters asumió el liderazgo del cuarteto y llamó a David Gilmour para reemplazar a Barret. Glimour aceptó sin dejar de expresar su pena por ello, pero se sumó al proyecto. Pink Floyd nació como un gigante, ya no tenía que labrarse un camino como otros grupos. Piper at the gates of dawn fue un éxito rotundo y marcó el camino para sus siguientes producciones.
En 1975 cuando los Floyd ingresaban al estudio para grabar Wish you were here vieron en la esquina de la cabina a un hombre fatalmente gordo, calvo y hasta sin cejas. No lo reconocieron al principio, pero Barret los acompañó ese día, aunque sin mediar ni una sola palabra o gesto. Esa sería la última vez que lo verían.
Pink Floyd siguió su ascenso al olimpo del rock olvidando, aparentemente, a su fundador. El 7 de julio de 2006, Rosemary Barret, su hermana, descubrió que Syd tenía en su cuenta bancaria cerca de 2 millones de euros acumulados: Gilmour se encargó de que recibiera siempre el dinero que le correspondía por derechos de autor. Sin embargo, Barret murió solo y en el ostracismo, a los 60 años de edad, a causa de un cáncer de páncreas que lo azotó en sus últimos años de esquizofrenia, genio, locura y soledad.
Efemérides rockeras
– 22 de septiembre de 1958: nace Joan Jett, vocalista de The Blackhearts.
– 21 de septiembre de 1972: nace David Silveira, baterista de Korn.
– 21 de septiembre de 1972: nace Liam Gallagher, vocalista de Oasis.
– 20 de septiembre de 1997: Soda Stereo da su último concierto en el estadio River Plate de Argentina.
– 20 de septiembre de 1980: Ozzy Osbourne lanza su primer disco solista, Blizzard of Ozz.
Mis discos de la semana
– Pink Floyd – Piper at the gates of dawn
– Iwrestledabearonce – Hail Mary
– Bad Religion – Recipe for hate
Desdelaplaza.com/Simón Herrera