Los Rolling Stones se presentaron en La Habana, Cuba, para dar vida al histórico concierto en el que más de 200 mil personas corearon sus canciones a todo pulmón.
«Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra. Pienso que finalmente los tiempos están cambiando», apuntó Mick Jagger, en un claro español, sobre los inicios de la Revolución, cuando el rock extranjero no era bien visto por el oficialismo.
El evento que ofreció la mítica banda por primera vez en más de 50 años de vida artística en la Ciudad Deportiva de La Habana, puso a vibrar a miles de personas que incluso viajaron desde otros países para no perderse la actuación de los destacados músicos.
En las primeras filas lo que predominaba eran extranjeros -británicos, alemanes, estadounidenses, argentinos o mexicanos-, muchos ya con canas: fans acérrimos de la banda que les persiguen allá donde van y que, por supuesto, no quisieron perderse la cita histórica de los Stones en la Cuba del deshielo.
En la zona VIP, la top model Naomi Campbell o el actor Richard Gere tampoco faltaron al espectáculo en la isla, que se está convirtiendo en un foco de atracción para celebridades.
El concierto también hizo comulgar a varias generaciones de cubanos, desde gente muy joven a personas de más edad que jamás imaginaron vivir un momento así, destacó EFE.
Dos horas y media de sus “Satánicas Majestades” en acción sirvieron para que Cuba pudiera “pagar” esa deuda con el rock; pagada con creces con un concierto gratuito y al aire libre, que congregó a cientos de miles de personas, el primero en la isla de los británicos.
“Aquí estamos finalmente. Estamos seguros de que será una noche inolvidable”, prometió, de nuevo en español, y cumplió a juzgar por la entrega de un público en el que se mezcló gente de todas las edades y nacionalidades
El espectáculo derrochó lujo y una docena de cámaras fueron capturando los momentos que se convertirán en un documental, indicaron los organizadores.
Luego de dos horas de rock con «Gimme Shelter”, “Start me Up”, “Sympathy for the devil” o “Brown Sugar”, entonces Jagger se despidió: “Muchas gracias Habana, buenas noches”. Sin embargo esta era una simple falsa alarma, el rockero regresó para interpretar “You Can’t Always Get What You Want”, para luego cerrar con broche de oro con el mítico éxito de “Satisfaction”.
Los 3,55 minutos de la versión original de “Satisfaction”, lanzada en 1965, se alargaron por más del doble. Todos, desde sus Satánicas Majestades hasta el último de sus súbditos que quedaba en La Habana, disfrutaron y exprimieron el último segundo de un concierto histórico que quedará en la memoria de todos los cubanos.
DesdeLaPlaza.com/EFE-AFP/COM