Los 11 candidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos con mejores apoyos en las encuestas celebran el segundo debate electoral en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California
El magnate neoyorquino y favorito en las encuestas para la nominación republicana a la Presidencia de EE.UU., Donald Trump, fue este miércoles el centro de los ataques por parte del resto de precandidatos en el debate celebrado en Simi Valley (California) y retransmitido por CNN.
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Ya desde el primer momento, en la presentación de cada uno de los aspirantes, el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee hizo alusión a Trump, al comparar las primarias republicanas con «El Equipo A», en el que los conservadores «incluso tenemos a nuestro propio Mr. T», en referencia al actor que dio vida al personaje de Mario Baracus.
Pocos minutos después, fue la exconsejera delegada de HP Carly Fiorina quien, al ser preguntada sobre Trump, le calificó de «animador maravilloso», que «lo hace genial en el campo del entretenimiento».
También el senador por Kentucky de tendencia libertaria Rand Paul arremetió contra el magnate, de quien dijo que no quiere «a alguien con ese tipo de carácter, con sus respuestas viscerales, negociando con Irán».
Trump, por su parte, inició su intervención asegurando que Paul «ni tan siquiera debería estar en el debate», al estar situado, a su juicio, en la undécima posición en las encuestas, por debajo de los diez aspirantes que en principio debían participar en el segundo encuentro de precandidatos republicanos.
El debate se amplió a 11 participantes, de hecho, para incluir a Fiorina, quien según las reglas que CNN había fijado para este segundo debate se quedaba fuera, pero que ha cosechado buenos resultados durante las últimas semanas.
El magnate también se enzarzó en una batalla dialéctica con el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, quien aseguró que EE.UU. «no necesita a un aprendiz en la Casa Blanca, que es lo que ya tenemos ahora», en referencia al pasado televisivo de Trump en el exitoso programa «The Apprentice».
Trump le respondió criticando su gestión económica en Wisconsin, y aseguró que Walker lideraba los sondeos en Iowa (primer estado en celebrar caucus en 2016) «hasta que la gente de Iowa se dio cuenta de lo que Walker ha hecho en Wisconsin, y entonces se hundió en las encuestas».
El exgobernador de Florida Jeb Bush, antaño favorito a la nominación y que en las últimas semanas ha visto muy mermado su apoyo en las encuestas, afeó a Trump su anterior apoyo a políticos demócratas como la exsecretaria de Estado y precandidata demócrata a la Presidencia, Hillary Clinton.
Bush criticó que Trump hubiese realizado donaciones en el pasado a Clinton y a la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, así como que la exsecretaria de Estado hubiese acudido a la boda del magnate, algo que ya fue usado contra Trump en el anterior debate.
En español no en Ingles
El magnate inmobiliario Donald Trump además expresó que Estados Unidos es un país “en el que hablamos inglés, no español”.
Trump insistió así en una crítica que ya hizo al pasado 2 de septiembre al exgobernador de Florida Jeb Bush, uno de sus principales rivales para la nominación, por expresarse en lengua española, que domina perfectamente, durante la campaña.
“Tenemos un país en el que para ser asimilado hay que hablar inglés, y hay que asimilarlos (a los inmigrantes). Este es un país en el que hablamos inglés, no español”, indicó Trump cuando los moderadores de la CNN sacaron a relucir las declaraciones del magnate sobre el bilingüismo de Bush.
Por su parte, Bush defendió su uso del idioma español en campaña y aseguró que “si un niño” le hace una pregunta en castellano, él será “respetuoso con él” y le responderá en ese mismo idioma.
DesdeLAPlaza.com/Ana Quilarque