Niña de cinco años está entre los sobrevivientes de una lancha que se hundió en Córdoba.
Aferrados a un bote de construcción artesanal que se volteó en altamar, siete náufragos se sujetaron a la vida, entre ellos una niña de cinco años. La nave se hundió a unos 28 kilómetros de tierra firme, frente al Golfo de Morrosquillo, en la costa norte de Colombia. El mal estado del tiempo provocó la emergencia. El único motor que impulsaba la nave se descompuso dejándolos a la deriva.
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Preciso cuando los habitantes del corregimiento de Puerto Berrugas, jurisdicción de San Onofre (Sucre) ya daban todo por perdido, los seis adultos, con la niña –agarrada de la mano de uno de ellos– aparecieron a bordo de una lancha de la Armada Nacional.
Unas 600 manos aplaudieron con exaltación incontenible. Vinieron los gritos, los vivas para los de la Armada, quienes junto a unos pescadores de la región, hicieron posible que los de la familia Polo y sus amigos regresaran a sus casas.
Ocurrió 15 horas después de que Manuel Riazo Balando, Merlys Gómez Gómez, Mareitzi Julio Vinalba, Leonardo Julio Lando, José Polo Polo y la pequeña Nesly, abordaron la nave, que piloteba el señor Agustín Polo Julio.
Los náufragos estuvieron a punto de perecer por hipotermia.
Partieron desde Puerto Berrugas, a las 8:30 de la mañana del jueves con rumbo a Santa Cruz del Islote (Bolívar), una pequeña isla en donde no cabe un habitante más, por eso es la isla más poblada del mundo–. Sin embargo, un fuerte oleaje frenó la embarcación, que se atiborró de agua y el mar se la tragó. El personal de abordo saltó antes de que la profundidad los atrajera.
Ayer en Puerto Berrugas sus habitantes tuvieron motivos para festejar, porque siete de los suyos, pescadores como ellos, regresaron con vida tras 15 horas de angustiosa espera. Volvieron a nacer.
DesdeLaPlaza.com/Eltiempo.com/AQ