El índice general de la Bolsa de Shangai el referencial de los parqués chinos, abrió este martes la jornada con pérdidas de un 4,09% (152,42 enteros), por lo que comenzó el día en los 3.573,14 puntos, después de haberse hundido ayer un 8,48%, en su peor jornada desde 2007.
El otro parqué del país, la Bolsa de Shenzhen, abrió también con pérdidas de otro 4,06% a la baja en su principal indicador, con lo que continuó igualmente su caída de un 7,56% de ayer. Lea también: China ¿carrera económica incierta?
Las bolsas chinas parecen así estar volviendo a precipitarse, apenas dos semanas después de haberse empezado a recuperar del peor mes de su historia, en el que llegaron a perder un tercio de su valor.
El mercado chino es especialmente sensible a los rumores y al ánimo de sus 90 millones de inversores individuales, en su gran mayoría aficionados sin conocimientos financieros que han volcado sus ahorros en la renta variable.
Dado que su actividad supone cuatro quintas partes del volumen de negocio diario de las bolsas chinas, la actitud de estos inversores fue clave en los siete meses de burbuja alcista que hubo desde 2014 y en su fuerte pinchazo de junio y julio, que sólo pudo ser frenado con una fuerte intervención de las autoridades en los mercados.
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