El caso de Ayotzinapa, que ha conmovido México, es una muestra del cruce entre la violencia de Estado y la de los criminales, plantea un artículo publicado hoy en The Guardian. Bajo la firma de Ed Vulliamy, el diario publica una pieza llamada “Alianza criminal del Estado, el Ejército y los cárteles de las drogas”.
«En esta narración entra la probabilidad –ahora confirmado tanto por el (ex) Procurador General del estado de Guerrero, Iñaki Blanco, y el cártel de Guerreros Unidos en su territorio– que algunos, si no es que todos los estudiantes detenidos durante la protesta en Ayotzinapa fueron entregados por la policía al cártel para la ejecución sumaria.
Inevitablemente el procedimiento bárbaro invoca protestas en las calles que hace eco a las famosos movilizaciones de 1968: multitudes ocupan la famosa plaza del Zócalo y tienen en llamas la puerta del Palacio Nacional del Presidente Peña Nieto”, destaca.
El artículo indica que bajo los gobierno de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, y ahora con Peña Nieto, han tratado de presentar una guerra contra los narcos, “como un aparato del Estado contra delincuencia organizada”. Que ha sido validada por Estados Unidos, ya que proporciona “ayuda” para la guerra contra las drogas, mientras que muestra satisfacción por las oportunidades de “inversión” en México. Gran Bretaña también sobre las “oportunidades comerciales” con México, y apoya su lucha contra el la delincuencia.
Desde la Plaza/Sin Embargo/AMH