Este jueves, un grupo ecologista alemán denunció que las 14 marcas de cerveza más importantes del país contienen restos de glifosato, uno de los herbicidas más vendidos del mundo, tras analizar los componentes de la bebida en una investigación.
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La industria cervecera y el gobierno han tratado de restarle importancia a los resultados del informe publicado por el Instituto Medioambiental de Munich. La asociación cervecera Brauer-Bund ha asegurado que los resultados no son creíbles porque el estudio se basa en una muestra demasiado pequeña.
Por su parte, el Instituto Federal de Riesgos de Alemania ha asegurado que los niveles no presentan un riesgo para la salud de los consumidores. «Un adulto tendría que beber cerca de 1.000 litros de cerveza al día para ingerir una cantidad que fuese un peligro para la salud», señalaron en un comunicado.
La ‘Reinheitsgebot’ o ley de la pureza de la cerveza alemana, una de las normas más antiguas sobre alimentación, que cumple cinco siglos en 2006, dicta que los productores tienen que elaborar la cerveza solo usando mata, lúpulo, levadura y agua.
El grupo ecologista afirma que la investigación que realizaron a las 14 marcas de cerveza más populares arrojó que todas presentaban trazas de unos 0,1 microgramos de pesticida, que es el límite máximo permitido en el agua potable. Sin embargo, ha añadido que no se podían llegar a conclusiones generales a partir de su investigación en esas marcas.
Brauer-Bund ha señalado que se han realizado controles gubernamentales para asegurar que no interviniesen sustancias perjudiciales en el proceso de producción. Además, ha dicho que los controles de la propia empresa nunca han detectado niveles de glifosato por encima del máximo permitido.
La cerveza de Hasseroeder, un productora de cerveza en Alta Sajonia propietaria de Anheuser Busch Inbev, contenía el mayor resto de glifosato, unos 29,74 microgramos por litro, según el Instituto Medioambiental de Munich. La cantidad más pequeña, 0,46 microgramos por litro, se ha encontrado en la marca Augustiner.
Anheuser-Busch InBev ha cuestionado la integridad científica de la investigación debido al número tan reducido de marcas que se han tomado como muestra y ha dicho que la acusación de que el proceso de producción no controla los ingredientes es completamente «absurda e infundada».
Los reguladores de la Unión Europea están ahora revisando si autorizan el uso de glifosato en los alimentos. El comité de investigación sobre el cáncer de la OMS ha dicho que el glifosato puede ser una sustancia cancerígena, mientras que la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Europa ha dicho que no es probable que cause cáncer.
Alemania es el mayor productor de cerveza de Europa y tiene más de 1.300 productoras que realizan alrededor de 5.000 cervezas diferentes.
DesdeLaPlaza.com/Ecoticias/KM