El ejército sirio abandona sus posiciones ante la llegada del Estado Islámico a Palmira, donde han conseguido tomar el control de la ciudad.
Si el fuego cruzado entre ambos bandos no daña la ciudad, se teme que los yihadistas puedan destruir un conjunto histórico de valor incalculable. En la ‘perla del desierto’ se concentraba un importante centro cultural durante el siglo primero.
Su ubicación la convirtió en un punto de encuentro en la Ruta de la seda en medio del desierto que fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en los años 80. Ahora puede quedar reducida a escombros, aunque las autoridades han conseguido salvar algunas piezas.
Lea también: El Ejército Sirio hace retroceder al Estado Islámico en Palmira
Maamoun Abdulkarim, director de museos y antiguedades sirias, explica que han puesto a salvo cientos de esculturas de una belleza excepcional situadas en pleno campo de batalla. Aunque el ejército evacuó a la mayoría de los civiles de la ciudad, al menos 300 habitantes se unieron a las filas del grupo terrorista. «Ayudaron al Estado Islámico a entrar en la ciudad. Sin ellos los terroristas no hubieran sabido moverse», añade Abdulkarim.
En Libia se recrudecen los combates entre el ejército fiel al gobierno y el Estado Islámico. En Bengasi ondea ya la bandera negra de los terroristas.
EEUU continúa con su ofensiva aérea en los alrededores de Ramadi, localidad iraquí tomada por los yihadistas hace unos días y que ha provocado un éxodo sin precedentes. Esta pérdida ha llevado al Presidente Obama a revisar la estrategia para frenar el avance del Estado Islámico.
DesdeLaPlaza.com/ANT3/AMH