La coordinadora del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Berta Cáceres, fue asesinada en la madrugada de este jueves por sujetos aún no identificados.
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Berta Cáceres, una mujer lenca (grupo étnico de Honduras y El Salvador), creció durante la violencia que se extendió por América Central en la década de 1980. Su madre, doña Berta Flores, una partera y activista social, acogió y cuidó a refugiados de El Salvador, quien enseña a sus niños pequeños el valor de defender a las personas privadas de derechos.
Cáceres creció hasta convertirse en un activista estudiantil y en 1993, ella co-fundó el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) para hacer frente a las crecientes amenazas a las comunidades lencas por la tala ilegal, la lucha por sus derechos territoriales y mejorar sus medios de vida.
Premio Goldman
Fue homenajeada en abril de 2015, con el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente para el Sur y Centroamérica por su contribución a la lucha persistente en contra de la construcción de una represa hidroeléctrica que amenazaba con desplazar a cientos de indígenas de Honduras.
«Es un honor y un reconocimiento de la enorme sacrificio y compromiso de COPINH y sus contribuciones planetarios», manifestó Cáceres al periódico The Guardian al momento de recibir el galardón.
Emprende lucha por derechos territoriales del pueblo Linca
En 2006, miembros de la comunidad de Río Blanco llegaron a COPINH para pedir ayuda. Habían sido testigos de una afluencia de maquinaria y equipos de construcción que entra en su ciudad. No tenían idea de lo que la construcción estaba a favor o quién estaba detrás del proyecto. Sabían que era una agresión contra el río, un lugar de importancia espiritual a las personas Lenca, era un acto contra la comunidad, su libre voluntad, y su autonomía.
Con el apoyo de los miembros de la comunidad local en cada paso del camino, Cáceres comenzó el montaje de una campaña contra la presa de Agua Zarca.
La activista presentó quejas con las autoridades gubernamentales, con lo que a lo largo de representantes de la comunidad en los viajes a Tegucigalpa.
Ella organizó una asamblea local donde los miembros de la comunidad votaron formalmente contra la presa, y condujo a una protesta pacífica donde las personas exigieron la opinión que le corresponde en el proyecto.
La corrupción
La campaña también se acercó a la comunidad internacional, con lo que el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la presentación de recursos contra los patrocinadores del proyecto, tales como la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco Mundial.
Haciendo caso omiso de estos recursos, el gobierno nacional y los alcaldes locales siguieron adelante. Ellos manipularon minutos de una reunión de la comunidad para pintar una imagen falsa de la aprobación unánime de la presa, y ofrecieron dinero en efectivo a la población local a cambio de su firma en los documentos que declaran su apoyo.
Cáceres bloquea las carreteras hacia la presa
En abril de 2013, Cáceres organizó un bloqueo de carreteras para impedir el acceso de la empresa hondureña Desarrollos Energéticos SA, DESA para el sitio de la presa. El uso de un sistema cuidadosamente organizado de alertas para mantener a todos en el bucle, el pueblo lenca mantuvo una fuerte presencia, pero pacífica, rotando a sus amigos y miembros de la familia durante semanas a la vez. Durante más de un año, el bloqueo resistió varios intentos de desalojo y ataques violentos de los contratistas de seguridad militarizadas y las fuerzas armadas de Honduras.
Amenazas y asesinatos contra líderes de la comunidad entre ellos Cáceres
Ni las amenazas de violarla y lincharla. Ni las amenazas de atacar a su madre y secuestrar a sus hijas. Ni el asesinato de sus compañeros. Nada pudo detener la lucha de una mujer hondureña.
Asimismo, Tomás García, líder de la comunidad de Río Blanco, fue asesinado a tiros durante una manifestación pacífica en la oficina de la presa. Otros han sido atacados con machetes, desacreditada, detenidos y torturados. Ninguno de los autores han sido llevado a la justicia.
Berta Cáceres y la comunidad Lenca ganan la batalla
Contra estas probabilidades, Cáceres y esfuerzos de la comunidad Lenca mantuvieron con éxito equipos de construcción de la represa propuesta. A finales de 2013, La compañía de propiedad estatal china Sinohydro puso fin a su contrato con el DAES, citando públicamente resistencia comunitaria en curso y la indignación tras la muerte de Tomás.
Agua Zarca sufrió otro golpe cuando la CFI retiró su financiación, citando preocupaciones sobre violaciones de derechos humanos. Hasta la fecha, la construcción del proyecto ha llegado a su fin de manera efectiva.
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DesdeLaPlaza.com/WG