Como todos los 11 del 11, o sea 11 de noviembre, se celebra en Maracaibo el Día de Luis Aparicio, esto se debe al uso del número que vistió este pelotero en su carrera profesional.
El Día de Luis Aparicio se instauró en la región el 11 de noviembre de 2011 (11/11/11), y se hace para recordar cada logro del único Salón de la Fama venezolano.
Hijo del también jugador Luis Aparicio Ortega, conocido como El Grande de Maracaibo y de Herminia Montiel, jugó en la posición de campocorto en las Grandes Ligas durante 18 temporadas entre 1956 y 1973.
Sus primeros pasos en la pelota fueron en su natal Maracaibo, cuando un 18 de noviembre de 1953, en un juego entre Gavilanes y Pastora, Aparicio recibió de parte de su padre su bate, y al entrar al terreno a cubrir recibió su guante, esto fue un homenaje, cuando el padre da el legado al hijo.
El 17 de abril de 1956 aquel joven, quien fue ayudante en una farmacia cuando jugaba pelota aficionada en Carora, logró el objetivo de estrenarse en las Grandes Ligas para convertirse en el sexto venezolano en jugar a ese nivel.
Medias Blancas de Chicago, fue el primer club en el que jugó en la pelota gringa. Al final de esa temporada fue nombrado novato del año.
En 1958, Aparicio ganó su primer Guante de Oro, fue elegido para participar en el Juego de Estrellas, bateó .266 y encabezó la liga en bases robadas por tercer año consecutivo.
Jugó con Chicago hasta 1963, cuando fue cambiado al equipo Baltimore Orioles donde jugó hasta 1967.
Al finalizar la temporada, Aparicio regresa a los White Sox donde jugó entre 1968 y 1970. Al terminar la temporada fue cambiado a los Boston Red Sox, donde jugó entre 1971 y 1973.
Entre sus mayores logros se encuentra el liderato en bases robadas de la liga americana nueve años seguidos, con un total de 506 bases robadas en su carrera, y ser ganador de la Serie mundial con los Orioles en 1966.
Recibió gran cantidad de reconocimientos durante su carrera, incluyendo su participación en 10 Juegos de Las Estrellas y nueve Guantes de oro. Luis Aparicio fue elegido al Salón de la Fama del beisbol en 1984, siendo hasta la fecha el único venezolano en alcanzar este logro.
Después de su retiro como beisbolista activo, Aparicio permaneció ligado al beisbol en Venezuela habiendo dirigido a varios equipos de la Liga Venezolana de Béisbol profesional LVBP; principalmente a las Águilas del Zuli0a, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas, y Tiburones de la Guaira. Ha incursionado además brevemente en el periodismo deportivo y es frecuente objeto de homenajes y reconocimientos en su país natal.
Aparicio fue el invitado de honor a la Serie Mundial de beisbol de 2005 para realizar el lanzamiento inaugural en el primer juego de la Serie, la primera en que participaron los White Sox desde 1959 -cuando él mismo jugaba en el campocorto- y que posteriormente ganarían bajo la dirección de un compatriota suyo, Oawaldo Guillen.
De por vida en las mayores, Luis Aparicio jugó dos mil 601 veces, con 10 mil 230 turnos al bate en los que hizo mil 335 carreras, dos mil 677 hits, la desapareció 83 veces y empujó 791 carreras.