Tres décadas han pasado desde que Luis Aparicio «El Grande» inmortalizó su nombre en el Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas (MLB, sus siglas en inglés).
Luis Ernesto Aparicio Montiel es el primer y único venezolano que posee una placa en el Museo de Cooperstown, ganó nueve guantes de oro, hazaña superada años después por otro gran shortstop criollo, Omar Vizquel, quien logró 11 premios.
El campo corto criollo lideró por nueve temporadas el renglón de las bases robadas en la liga americana. En total corrió por 506 almohadillas.
«El Grande» impuso varios récords defensivos para un campocorto en las Grandes Ligas:
- 2.581 partidos jugados.
- 12.564 lanzadas.
- 1.553 dobleplays.
- 8.016 asistencias.
- 10 Juegos de las Estrellas.
Primeros pasos con la pelota criolla
Debutó como pelotero con la Liga Venozolana de Béisbol Profesional (LVBP) el 18 de noviembre de 1953 con el equipo Gavilanes de Maracaibo, de la extinta Liga Occidental.
Luis jugó 13 temporadas en suelo criollo y llevó las camisas de los Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara. Además logró 393 imparables.
Luego de su paso por la pelota criolla y el béisbol estadounidense, tras su retiro como pelotero activo, Luis siguió vinculado al béisbol fungiendo como mánager de las Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas y Tiburones de La Guaira.
“El Grande” en la Gran Carpa
En 1954 viajó a Estados Unidos para jugar en las ligas menores, defendió la camiseta del Waterloo y a la siguiente temporada jugó en Memphis “AA”.
Su debut en Grandes Ligas fue el 17 de abril de 1956 con los Medias Blancas de Chicago, temporada en la cual recibió el premio Novato del Año de la Liga Americana.
Jugó con Chicago hasta 1963, cuando fue cambiado al equipo Orioles de Blatimore, donde jugó hasta 1967. Al finalizar dicha temporada, Aparicio regresa a los White Sox donde jugó entre 1968 y 1970.
Fue cambiado entonces a los Medias Rojas de Boston, donde jugó desde 1971 hasta su retiro en 1973.
Entre sus mayores logros se encuentra: el liderato en bases robadas de la Liga Americana nueve años seguidos, con un total de 506 bases robadas en su carrera, y ser ganador de la Serie Mundial con los Orioles en 1966.
Al momento de su retiro, Aparicio era líder de todos los tiempos en encuentros jugados, asistencias, y doble matanzas para un shortstop de grandes ligas así como otros récords.
Recibió gran cantidad de reconocimientos durante su carrera, incluyendo su participación en 10 Juegos de las Estrellas y nueve Guantes de Oro.
Luis Aparicio “El Grande” en el Museo de la Fama del Béisbol
El 12 de agosto de 1984, seis años después de su retiro, Luis Aparicio fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol en 1984.
Ese año también ingresaron Harmon Killebrew y Don Drysdale como nuevos miembros del Salón de la Fama.
Aparicio frecuentemente participa en actividades con las que se rinden honores y homenajes a los mejores peloteros de las Grandes Ligas.
Una de las más destacada fue la invitación que le hicieron en la Serie Mundial de 2005, donde fue el encargado de realizar el lanzamiento inaugural de la gran final del béisbol de ese año. Esta serie tuvo como característica ser la primera en la que participaban los White Sox desde 1959, cuando Aparicio defendía la camiseta de los Medias Blancas en el campocorto.
Esa serie de 2005 resultó con el Campeonato Mundial para Chicago, bajo la dirección del venezolano Oswaldo Guillén, quien en su carrera como pelotero activo también se vistió como shortstop de los patiblancos.
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