Podemos y debemos disfrutar de nuestra sexualidad en los años vividos, pero tenemos que conocer los cambios que se generan en el cuerpo. Con la llegada de la menopausia hay que adaptarse a estas nuevas exigencias para que la vida sexual de la mujer no culminé.
De hecho es una buena etapa para descubrir nuevas formas de vivir la sexualidad. La mayoría de estos cambios son graduales en esta etapa, sólo en el caso de una menopausia precoz, por ejemplo, o cuando se hayan extirpado los ovarios aunque se sea joven, los niveles hormonales bajan drásticamente y los cambios son muy bruscos. En estos casos es recomendable hablar con el médico para poner un tratamiento hormonal que permita que los niveles bajen progresivamente.
Alerta con los síntomas del climaterio
Aparecen los calores en los dos años posteriores a la menopausia, pero en el 25 por ciento de las mujeres pueden persistir hasta 5 años o más. Se experimentan como repentinas e inesperadas explosiones de calor que la mayoría de las mujeres localiza en los brazos, el pecho, la cara y el cuello. Cuando ocurren de noche, por eso se les dicen sofocos nocturnos, pueden dificultar el sueño y provocar cansancio desde el inicio del día e irritabilidad.
Cuidado con la pérdida de masa ósea. La osteoporosis afecta a un gran número de mujeres y provoca aumento de la fragilidad ósea y es, en gran medida, responsable de las numerosas fracturas que suceden en esta etapa de la mujer, sobre todo de cadera, columna y muñeca.
La vagina puede presentar atrofia y sequedad de la mucosa vaginal con acortamiento y estrechamiento de dicho órgano. Esto puede provocar dolor durante el coito y baja en la actividad sexual. Importante el uso de lubricante a base de agua. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que las mujeres que antes de la menopausia ha disfrutado de una sexualidad placentera y la ha seguido manteniendo a lo largo del climaterio consiguen una buena lubricación vaginal, puesto que la propia actividad optimiza la circulación vaginal.
Otro cambio que se produce con la menopausia es la pérdida del tono muscular del suelo pélvico, lo que, junto a la sequedad vaginal, hace que las contracciones que se producen durante el orgasmo sean menos intensas y duraderas.
En este caso, los ejercicios de kegel son unos grandes aliados para mantener el control de estos músculos y con ello la intensidad de sus orgasmos.
Es muy sencillo, contraigan los músculos del suelo pélvico, es decir, los músculos que sostienen la uretra, la vejiga, el útero y el recto. Los contrae y relaja, las repeticiones van aumentado con el pasar de los días. Inicie con 30 repeticiones hasta llegar a 80 repeticiones una vez por día. Si todavía no has empezado a practicar los ejercicios de Kegel, comienza a hacerlo ahora y haz de ellos un hábito para toda la vida. Además, el fortalecimiento de estos músculos ayuda a prevenir la incontinencia urinaria.
Renovación de la vida sexual
La menopausia y el climaterio suponen sólo el final de la capacidad reproductiva, pero la vida erótica y sexual no termina con ellos. Son una etapa más de la vida que se puede disfrutar con plenitud, manteniendo una óptima salud sexual, disfrutando del sexo, del amor y la pasión. Muchas mujeres disfrutan más intensamente de su actividad sexual en este periodo porque pierden el miedo al embarazo y es fácil que la relación de pareja mejore.
La utilización de lubricantes vaginales ahora puede resultar muy útil y es un recurso que suele potenciar el juego erótico. No podemos olvidar que no sólo el coito es fuente de placer sexual. Además de los genitales, hay otras partes de nuestro cuerpo capaces de hacernos disfrutar y esto es más manifiesto según se van cumpliendo años.
@RinaMralesMera – Orientadora en Sexoligía