El jazz es uno de los pocos géneros musicales que cuentan con su propio día. Fue en Noviembre de 2011 durante la Conferencia General de la UNESCO cuando se proclamó el 30 de abril como “Día Internacional del Jazz”.
Según las Naciones Unidas este género musical “rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia”.
No sé cuantas personas escuchan con asiduidad este género en Venezuela, pero quienes no tengan como costumbre oír la música de Dexter Gordon, Dizzy Gillespie, Chet Baker, Arturo Sandoval o Charlie Parker, podrían comenzar por ver algunas de las películas que nos cuentan historias sobre las pasiones que le ponen swing al jazz.
Bird (1988) de Clint Eastwood
El director expone la vida del músico de jazz Charlie Parker, pero haciendo un énfasis desmedido en sus tragedias personales. A ratos mientras observas el filme, llegas a confundirte, no puedes determinar si estas viendo la historia de un músico consagrado o de un enfermo confundido sin ni una pizca de talento.
A pesar de las buenas criticas que recibió en su momento, la película nunca me ha generado ningún tipo de adhesión, pues me parece que se nutre del escándalo y los lugares comunes.
Si tus conocimientos sobre la música de Parker son limitados o nulos, no te darán ganas de escucharlo luego de ver la cinta, que resulta muy obvia pues responde totalmente al cliché del músico atormentado.
Más allá de que Parker se asemeje o no a esa realidad ¿es eso todo lo que fue? Al menos eso es lo que me pregunté al terminar de ver la película.
Whiplash (2014)
“Morir quebrado y lleno de heroína a los 34 años no es ser un éxito”, se dice en el filme donde Andrew (Miles Teller) es un joven talento de 19 años que quiere ser un gran baterista.
Vive para ensayar, y toca hasta que le sangran los dedos, impulsado por el profesor Terrence Fletcher (J.K. Simmons) quien da clases en el conservatorio Shaffer “impulsando” a sus alumnos a “dar lo mejor de sí mismos”, de un modo poco ortodoxo.
La película escrita por Damien Chazelle, hace volver la vista –y el oído, mas que todo el oído- sobre lo esencial (y quizás dañina, todo depende de como se maneje) que puede ser la disciplina en la música o en la realización de casi cualquier actividad.
Hay que quemarse para brillar en este filme, que juega con una visión un tanto masoquista de la consecución de los objetivos, sin llegar a juzgar o permitirse decidir por el espectador, quien es libre para extraer sus propias reflexiones.
For Love or Country, La historia de Arturo Sandoval (2000)
Andy García, contó en una entrevista (Leonardo Padrón/Los imposibles 4) que para hacer la película trabajó con Arturo Sandoval en el guión una semana entera desde la mañana hasta la tarde, y que el músico le contó su vida detalladamente.
Este filme, cuenta la historia de Arturo Sandoval desde un punto de vista muy personal, su matrimonio, su forma de relacionarse con la isla en que nació, su amistad con D. Gillespie y su cambio de rumbos luego de dejar su país natal.
Sin embargo, más allá de la vida del músico cubano, el filme realizado para la televisión, es una historia de amor memorable y un relato sobre música y libertad o el deseo de esta última.
DesdeLaPlaza.com/Luisa Ugueto/@luisauguetol