Los actores Johnny Deep y su esposa Amber Heard nunca pudieron imaginarse que trasladar a sus pequeñas mascotas, dos perros Yorkshire Terrier a Australia, durante el rodaje de la nueva entrega de la saga ‘Piratas del Caribe’, les iba a causar tantas complicaciones legales.
Así es, porque desde el pasado mes de mayo, las autoridades australianas se han mostrado firmes, amenazando en su momento con sacrificar a las mascotas si no abandonaban el país, y ahora el proceso legal continúa con una dura acusación a Amber quien se enfrenta a diez años de cárcel.
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Por el mismo caso, Johnny Depp se vio obligado a regresar a los Estados Unidos en un vuelo privado con sus dos yorkshire terriers a los que aman, de nombre Boo y Pistol, bajo la amenaza de las autoridades australianas de sacrificar a sus mascotas por no declararlas al introducirlas en el país.
Sin embargo, la rigurosa ley australiana está recayendo sobre la esposa del actor, Amber, debido a que ella fue quien introdujo a las dos mascotas en un vuelo privado, y en el aeropuerto no fueron declaradas, lo que resulta delicado y grave para la legislación australiana porque es muy concienzuda en relación a lo frágil de su ecosistema natural.
En esta oportunidad la demandada Amber Heard, volvió a faltar de comparecer ante la justicia australiana por segunda vez, por lo que sus abogados solicitaron un nuevo aplazamiento, en esta ocasión para el próximo día siete de diciembre.
Amber molesta declaró en su momento que jamás volvería a Australia, y está acusada de dos cargos, como son importación ilegal de animales contraviniendo la ley de cuarentena y producción de documentación falsa, lo que le acarrearía hasta diez años de prisión y una multa de más de setenta mil dólares.
DesdeLaPlaza.com/EPV/WG