Todos quienes aparecen en esta lista, que podía ser mucho más larga, tienen en común, además de no superar los 40 años de edad, su innegable atractivo físico y su comprobado talento para la actuación.
Son el rostro viril -por excelencia- de las nuevas (y no tanto) camadas de actores que alimentan no solo la industria del cine sino también la de la televisión.
Deténgase un momento para contemplarlos. De seguro ya a muchos los conocen (y haz apreciado en su momento), pero quizás se lleve una agradable sorpresa con algunos otros.
De ser así, síganles el rastro. No será difícil, pues tanto en la pequeña como en la gran pantalla, son y serán los más requeridos por los buenos directores para que representen a sus personajes: Toda la gama de la masculinidad, en sus cuerpos y rostros, que, evidentemente, no son los de cualquiera, también valga decir.